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El llamado del amor toco su puerta
Quien abrió fue el desterrado
El mas fatídico de todos
El mas feroz e inhumano
De rostro transfigurado
Por el odio
Con mirada extraviada de locura.
Ella permanecía inmóvil en el pretil de la puerta
Atónita y sin respiración
El miedo gobernaba cada musculo
El sudor mojo su pijama de flores amarillas
Temblaba y sollozaba
No hablaba
O para no gritar
O porque sencillamente no le salía la voz
Arriba de su apartamento un hombre golpeaba brutalmente a su
mujer
Entre gritos y pedidos de auxilio
La noche transcurría más silenciosa que nunca
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